Geografía Mestiza es un recorrido espacial y sonoro a partir de relatos inter-culturales, de historias de diásporas y de la fragmentación del ADN, donde se exponen herencias personales e imaginadas, los viajes y las cosmovisiones, para tratar de deshacer las llamadas razas que nos impusieron y encontrar las huellas que dejaron en nosotros quienes nos antecedieron y los territorios que ellos habitaron.
Un proyecto intercultural y transdisciplinar que abarca artes visuales, artes escénicas, música, diseño y ciencia, creado a partir del encuentro de dos Colectivos Artisticos, Natuf y Epew, que, desde la particularidad de sus orígenes -judío, palestino y mapuche- desarrollan creaciones en torno a la identidad, la alteridad, la diáspora y el territorio. Sus integrantes se declaran mestizos o champurria y se saben cruzados por diásporas, recorriendo crítica y creativamente sus propias identidades. Juntos, los colectivos levantan un proyecto inédito en Chile de arte y ciencia, para indagar en sus cuerpos/territorios. Sus puntos de partida son: la propia narrativa identitaria y los resultados de los tests de ADN que se realizaron.
El proyecto cuenta con el financiamiento de Fondart Nacional (2020) -Línea de Arte y Ciencia-; la colaboración y financiamiento del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas CIIR y del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia Vio Demos, ambas entidades de la PUC.
FICHA ARTÍSTICA
CREA Y PRODUCE
Fundación Colectivo Epew y Colectivo Natuf
INVESTIGACIÓN Y CREACIÓN
Antonio Zisis, Andrea Giadach, Alejandra Díaz Scharager, Cynthia Salgado, Daniela Millaleo, Niles Atallah, Rafael Guendelman, Roberto Cayuqueo
ASESORÍA HISTÓRICA
Claudio Alvarado Lincopi
ASESORÍA DE ANTROPOLOGÍA GENÉTICA
Felipe Martínez
PRODUCCIÓN
Alejandra Díaz Scharager, Almendra Ovalle
ASISTENCIA DE PRODUCCIÓN
Daniela Moraga
DISEÑO SONORO
Beatmachinne
DISEÑO GRÁFICO Y REDES
David Guzmán Storey
COMUNICACIONES
Loica Cultura & Comunicación
BIOS COLECTIVOS
Este trabajo se ha desarrollado de manera colaborativa entre artistas de Colectivo Natuf y Fundación Colectivo Epew: Niles Atallah (cineasta y artista visual), Cynthia Salgado (diseñadora), Rafael Guendelman Hales (artista visual), Daniela Millaleo (música), Roberto Cayuqueo (director de site specific y artista escénico), Alejandra Díaz Scharager (productora creativa y artista escénica), Antonio Zisis (guionista y artista escénico) y Andrea Giadach (directora, dramaturga y artista escénica). Algo sobre los trabajos previos de ambos colectivos:
Colectivo Epew: MapsUrbe
El artista escénico Roberto Cayuqueo, el historiador Claudio Alvarado Lincopi y la cantautora Daniela Millaleo, todos de origen mapuche, junto a la diseñadora Cynthia Salgado, fueron unos de los impulsores del proyecto MapsUrbe. Este proyecto utilizó métodos participativos de investigación y de colaboración para desarrollar las experiencias del espacio urbano entre jóvenes Mapuche de Santiago de Chile, con el fin de comprender mejor las distintas capas de la nueva identidad mapuche y las perspectivas morales de una población en crecimiento, sujeta a un desplazamiento histórico y exclusión social. La investigación dio como resultado una instalación permanente con artefactos personales de jóvenes artistas mapuche urbanos y una performance site specific por Santiago buscando las huellas de quienes los antecedieron: la migración mapuche en la ciudad a mediados del S XX.
Colectivo Natuf: El Círculo
Lxs artistas escénicxs Andrea Giadach, Alejandra Díaz Scharager y Antonio Zisis, la primera de origen palestino y los segundos de origen judío, en colaboración con el artista audiovisual Niles Atallah, chileno-estadounidense de origen palestino, y el artista visual Rafael Guendelman Hales, de origen palestino y judío, se encuentran en el proyecto El Círculo. Este proyecto puso en escena el proceso encuentro y confrontación que vivió un grupo de creadores chilenos de origen palestino y judío. El viaje que emprendió el colectivo a partir de lo que concierne al territorio palestino-israelí -aquello que para algunos era un conflicto, para otros ocupación y colonización- puso en jaque las lealtades a sus propias comunidades y las dificultades para ceder ante la narrativa contraria. Para ello, utilizaron en escena material testimonial, ficcional y biográfico, incluso encarnando a sus ancestros migrantes, para intentar ver al otro, reconocerlo y ponerse en su lugar.